28.3.13

Dos cumpleaños




Vuelvo a escribir en Spoonglish tras un par de meses. No he cumplido mi propósito de 2013. ¿A quién le sorprende? Por si fuera poco, además de dejar el blog abandonado todo este tiempo, spoonglish ha cumplido 1 año este mes y no me había dado cuenta. ¡No lo hemos celebrado ni nada! Yo también he cumplido años este mes, veintisiete ni más ni menos, pero eso sí que lo hemos celebrado.

Hace unos días hice mi receta favorita de tajín de cordero. Tenía, desde no me preguntéis cuándo, un trozo de paletilla de cordero en el congelador y por la mañana se me ocurrió sacarlo para hacer este plato que adoro y que hace tiempo que no hacía.

La primera vez que probé el tajín de cordero fue en el restaurante El Jardín del Califa, en Vejer de la Frontera. Si alguna vez pasáis por ese precioso pueblo de la provincia de Cádiz no dejéis de ir a comer a El Califa, no os defraudará.



Mi receta la saqué de un libro muy bueno de cocina americano, el de la retirada revista Gourmet. La primera vez que lo hice, hace un tiempo, me encantó. Esta vez tuve que modificar un poco la receta para adaptarla a las verduras que tenía en casa, y me gustó aun más.



Tajín de Cordero con verduras, ciruelas y orejones
Adaptado de The Gourmet Cookbook, para 4 personas.

El tajín se llama así porque así se llama la vasija en la que se hace este plato. Es una cazuela de barro bastante plana con una tapa en forma de cono. Si tenéis un tajín  nada mejor para hacer esta receta, pero si no, no pasa nada, usad lo que tengáis. 


Las verduras son totalmente sustituibles. Podéis poner calabacín, batata, calabaza o lo que queráis. Los orejones y las ciruelas no son sustituibles, pero si no os gustan podéis no ponerlos, o podéis poner uvas pasas. 

1 kg (2 lb) de paletilla de cordero

1 cebolla picada
1 tallo de apio picado
1 pellizco de azafrán desmigado
2 zanahorias peladas y en rodajas
2 chirivías pequeñas peladas y en rodajas
3/4 de cucharadita de jengibre molido
1/8 cucharadita de canela molida
2/3 taza de ciruelas pasas sin hueso (unas 12-14)
1/2 taza de orejones (unos 10-12)
2 cucharaditas de miel
1 pellizco de nuez moscada
Aceite de oliva, sal y pimienta.

Separar la carne de cordero del hueso y cortar en trozos de unos 2cm. En una cazuela grande o cocotte calentar 1 cucharada de aceite a fuego medio-alto y dorar la carne y el hueso de cordero en 2 tandas, durante unos 5 minutos por tanda hasta que esté dorado por todos los lados.  Transferir a un plato y reservar.

Poner 1 cucharada de aceite en la cazuela y añadir la cebolla y el apio. Cocinar removiendo de vez en cuando a fuego medio hasta que estén blandos, unos 5 minutos. Volver a poner la carne y huesos en la cazuela. Añadir 350 ml de agua, el azafrán y salpimentar. Subir el fuego y llevar a ebullición  Bajar el fuego, cubrir y dejar que se haga a fuego lento,  removiendo de vez en cuando , durante 1 hora y 15 minutos.

Con una espumadera sacar la carne y reservar en un plato. Tirar el hueso. Añadir a la cazuela la zanahoria y la chirivía.  Cubrir y dejarlo unos 10 minutos, hasta que las verduras empiecen a estar tiernas. Añadir el jengibre,  la canela, las ciruelas pasas, los orejones, cubrir y cocinar durante unos 5 minutos, hasta que las frutas y verduras estén blandas.

Volver a poner el cordero en la cazuela, añadir la miel, corregir de sal y pimienta y añadir nuez moscada al gusto. Dejar que hierva flojito destapado durante 5 minutos. Servir con cuscús.

24.1.13

My American Idol


No suelo hablar mucho de otros blogs de cocina, pero la verdad es que leo muchísimos. Bueno, la verdad es que sigo muchísimos, pero leer leer, unos pocos. Entre los que leo, hay uno que siempre que veo que hay una entrada nueva, ya sea en Facebook o en Google Reader, paro de hacer lo que sea que esté haciendo y lo leo de principio a fin. Ese blog es smitten kitchen.

No soy la única a la que le gusta como escribe Deb y sus recetas. Su blog, que tiene mas de 6 años, tiene casi 112.000 fans en Facebook, y su libro, que salió en otoño, se mantiene entre los más vendidos aquí en EEUU.





Su tono medio irónico, con gracia, su perfeccionismo al cocinar, sus preciosas fotos y su bebé Jacob, son la combinación perfecta para hacer de su blog uno de los mas leídos a nivel mundial, y la envidia de cualquier bloguero. Su nuevo libro, que me regalaron en Navidad, no sólo esta repleto de recetas deliciosas y fotos increíbles, sino que también resulta una lectura divertida ya que cada receta viene con un pequeño prólogo  lleno de anécdotas contadas con gracia.

Creo que no hay ninguna receta en todo el libro que no quiera hacer. Estas costillas ya las he hecho dos veces. Creía que no había ninguna carne braseada que superara mis carrilleras. Sin embargo, esta receta las iguala si no las supera. La he adaptado un poco, porque a mí me gusta triturar la salsa en la batidora para que las verduras, o en este caso la cebolla, espesen un poco la salsa y le den mas sabor.




















Si lo hacéis, no dejéis de hacer el puré de chirivía. El sabor de la salsa de la carne con el del puré de chirivía con rábano picante es de las mejores combinaciones de sabores que he probado.

Costillas de ternera braseadas con cerveza y vinagre balsámico
Para 3-4 personas, adaptado de The smitten kitchen cookbook

2 kg ( 5 lb, unas 8-10) costillas cortas de ternera con hueso, separadas y sin exceso de grasa

1 cebolla roja grande, picada
4 dientes de ajo, aplastados y pelados
2 cucharadas de pasta de tomate concentrada
120 ml (1/2 taza) de vinagre balsámico
3 cucharadas de salsa Perrins (Worcestershire)
2 botellas (660 ml) de cerveza negra y oscura
475 ml ( o más) de caldo de carne
Aceite de oliva, sal y pimienta molida

Precalentar el horno a 160° C (325°F).

Salpimentar las costillas por todos los lados. Cubrir con aceite el fondo de una cazuela grande que se pueda meter al horno, o una cocotte, y calentar a fuego fuerte. Añadir las costillas, en tandas, y dorar por todos los lados, unos 10 minutos por tanda. Sacar y reservar en un plato. 

Tirar todo el aceite de la cazuela menos una cucharada. Añadir la cebolla y rehogar unos 10 minutos, hasta que este blanda y empiece a dorarse, a fuego medio. Añadir los ajos y rehogar unos 3 minutos. Añadir la pasta de tomate y remover bien, durante unos 2 minutos. Añadir el vinagre, la salsa Perrins y la cerveza y rascar bien el fondo para despegar los restos pegados de carne. Añadir las costillas, en una capa con la parte carnosa hacia abajo, o verticales si no caben en una capa. Añadir caldo hasta cubrir las costillas por completo. Subir el fuego y llevar a ebullición.

Apagar el fuego, tapar y meter al horno. Brasear entre dos horas y media y tres horas, o hasta que la carne esté muy tierna y se separe del hueso. 

Llegados a este punto, podéis dejarlo enfriar y meterlo en la nevera toda la noche, o seguir con la receta directamente. Si decidís refrigerarlo (estará mejor al día siguiente), sacar de la nevera al día siguiente y quitar la mayor parte de la grasa que habrá solidificado en la superficie. Poner a calentar a fuego medio-bajo hasta que este bien caliente.

Sacar las costillas y reservar. Triturar la salsa con una batidora para que la cebolla no se note y espese la salsa. Llevar la salsa a ebullición y cocer durante unos 15 minutos o hasta que reduzca un tercio. Poner las costillas en una fuente de servir o en platos y verter la salsa por encima. Servir con puré de chirivías. 

Puré de chirivías

1 kg (2 lb) de chirivías, peladas y cortadas en trozos medianos
4 cucharadas (55 g) de mantequilla
80 ml (1/3 de taza) de nata liquida
1 cucharada de salsa de rábano picante (la venden en Ikea, se llama horseradish), o rábano picante rallado
1/2 cucharadita de sal
Pimienta negra molida

Poner las chirivías en una cazuela y cubrir con agua fría. Llevar a ebullición y hervir durante 20-30 minutos, hasta que estén blandas. Escurrir. 

En una batidora, triturar las chirivías con la mantequilla, la nata, el rábano picante, la sal y la pimienta.


6.1.13

Un buen proposito




¡Feliz Año Nuevo!

Espero que hayáis pasado unas Navidades estupendas rodeados de familia y amigos.

Yo decidí empezar el año con un desayuno a las 2 de la tarde, e hice de estas tortitas mi primera comida del 2013. Son tortitas de calabaza con chocolate que copié de aquí. Las hice en una sartén de hierro fundido que tengo desde hace tiempo y que nunca me había atrevido a usar. Resulta que al final no era tan difícil, todo lo que hay que hacer es lavarla con agua y untarla con un poco de aceite después de usarla. A partir de ahora la usare más, porque las tortitas me salieron estupendas.


Normalmente no suelo tener propósitos de año nuevo, ya que creo que cualquier día es un buen día para empezar un proyecto nuevo o intentar conseguir algo. Bueno, normalmente pienso que cualquier día es un buen día para decidir que el siguiente lunes empiezo algo. Pero este año tengo un propósito:

Cocinar mas y escribir mas sobre ello en el blog.

Como este ano he sido muy buena, Santa Claus me ha traído cuatro libros de cocina llenos de recetas que estoy deseando hacer y compartir con vosotros.

Además de cocinar y bloguear, este año se presenta lleno de cosas nuevas y emocionantes. Probablemente nos mudaremos a otra ciudad, y empezaré un trabajo nuevo. ¡Pero lo mas emocionante de todo es que este año Scott y yo nos casamos!

























Os deseo a todos un 2013 lleno de aventuras, cosas buenas y muchas tortitas. Yo, sin embargo, no creo que coma muchas mas tortitas (por aquello de la presión de meterme en el vestido de novia).


Tortitas de calabaza y pepitas de chocolate
Adaptado de A Cozy Kitchen, salen 10 tortitas.

125 g (1 taza) de harina
1 1/2 cucharada de azúcar moreno
1 cucharadita de polvos de hornear (levadura royal)
1 cucharadita de bicarbonato sódico
1/4 cucharadita de sal
1 cucharadita de canela
1/4 cucharadita de nuez moscada rallada
1/8 cucharadita de clavos de olor rallados
1/8  cucharadita de jengibre en polvo
120 ml (1/2 taza) de nata
120 ml (1/2 taza) de leche
1 huevo
(60 ml) 1/4 taza de puré de calabaza
1/2 cucharada de mantequilla derretida templada
120 ml (1/2 taza) de pepitas de chocolate

En un bol mediano mezclar la harina, el azúcar, los polvos de hornear, el bicarbonato, la sal y las especias.

En otro bol, mezclar la leche, la nata y el huevo. Añadir la calabaza y mezclar bien. Añadir la mantequilla y mezclar.

Añadir la mezcla liquida a la seca poco a poco y batir.

Calentar una sartén antiadherente ( o de hierro fundido) a fuego medio y derretir una cucharadita de mantequilla en ella. Poner 1/4 de taza de masa en la sartén. Poner unas 10-15 pepitas de chocolate en la tortita. Cuando se formen burbujas en la parte de arriba de la tortita, darle la vuelta. Hacer durante 1 minutos más, más o menos, o hasta que se dore. Repetir con el resto de la masa.