12.10.12

Calabaza y política





La calabaza es al otoño lo que la política es a Washington. Por eso hace unos días hice cupcakes de calabaza y los lleve a una quedada para ver el debate presidencial. Porque ya es otoño, porque ésto es Washington.

Mis amigos y mi familia en España pensarán que es raro que me junte con amigos para ver el debate en la tele. Probablemente muchos americanos también pesarían que es raro, o un rollo, o incluso lamentable. Sin embargo, hay que entender esta ciudad. Aquí todo gira alrededor de la política y mucha gente se dedica de forma directa o indirecta a temas relacionados con el gobierno. Casi todos mis amigos trabajan para lobbis, senadores, abogados o son ingenieros que trabajan para empresas contratadas por el gobierno. Aquí he tenido que acostumbrarme a que la política sea un tema de conversación muy frecuente con amigos. Supongo que en España hablamos menos porque es imposible hablar de política y pasarlo bien al mismo tiempo.

A mi me gusta más la comida que la política,  así que tenía que llevar algo de comer a esta quedada de debate. Hice los cupcakes de calabaza con la receta de Martha Stewart. Los había probado el año pasado en una fiesta de Halloween, y después de comerme unos cuatro, acabé suplicándole a la anfitriona que me diera la receta.







Para el frosting usé la receta de Patent and the Pantry, la cual se ha convertido en mi receta de cabecera para frosting de queso crema. Está tan bueno que cuando terminé de decorar los cupcakes no pude evitar llevarme la manga pastelera directamente a la boca. Sé que suena asqueroso, pero sabía a gloria.







Cupcakes de calabaza con frosting de queso crema
Adaptado de Martha Stewart, salen 12

Para la masa:
128 g (1 taza, 4.5 oz) de harina
1/2 cucharadita de polvos de hornear (levadura royal)
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico 
1/2 cucharadita de sal gorda
1/2 cucharadita  de canela molida
1/2 cucharadita de jengibre molido
1/4 cucharadita nuez moscada molida
100 g (1/2 taza) de azúcar moreno
110 g (1/2 taza) azúcar blanco
110 g (1/2 taza)  de mantequilla, derretida y enfriada
2 huevos, ligeramente batidos
210 g (1/2 lata, 7.5 oz) de puré de calabaza

Para el frosting:
220 g (8 oz) de queso crema (Philadelphia) a temperatura ambiente
110 g (1/2 taza)  de mantequilla a temperatura ambiente
385 g (3 tazas) de azúcar glass, tamizada
1 cucharadita de extracto de vainilla

Hacer la masa y hornear:

Precalentar el horno a 180°C (350°F)

En un bol mezclar la harina, los polvos de hornear, el bicarbonato, la sal, la canela, el jengibre y la nuez moscada. En otro bol mezclar el azúcar con la mantequilla y batir bien hasta que quede una mezcla ligera. Añadir los huevos uno a uno y mezclar bien hasta que la mezcla sea homogénea  Incorporar la mezcla de harina gradualmente hasta que quede bien mezclado. Añadir la calabaza y mezclar. 

Colocar papeles de magdalena en una muffinera. y llenarlos hasta la mitad con la masa. Hornear hasta que un palillo insertado en el centro de los cupcakes salga limpio, unos 20-25 minutos. Dejar enfriar sobre una rejilla completamente antes de decorar con el frosting. 

Hacer el frosting y decorar:

Mientras se enfrían los cupcakes, batir la mantequilla con el queso crema hasta que la mezcla quede ligera y aireada. Añadir la vainilla y el azúcar y mezclar bien. 

Poner el frosting en una manga pastelera con punta de estrella y  cubrir los cupcakes, formando una espiral empezando por los bordes y acabando en el centro.



9.10.12

El pato de choca los cinco



Cuando se trata de comida, algunas personas son muy fáciles de satisfacer. Se comen todo lo que les des y nunca protestan. Les gusta todo, o casi todo. Algunos ejemplos de ese tipo de personas son mi madre, mi hermana o yo misma. Scott no es uno de nosotros. Es mucho más exigente, le gusta comer, pero no cualquier cosa. Es mas difícil de complacer, mucho más sofisticado. Por eso mismo, si cocino algo y lo tomamos para cenar, lo prueba y me dice: "Oh my..this is just perfect!", y me pone la mano para que le choque los cinco, entonces, amigos, significa que es algo que realmente esta buenísimo.

Eso fue exactamente lo que paso cuando probo este confit de pato. Y cuando eso ocurre, yo sonrío, me guardo la receta bien guardada, y la comparto en spoonglish con vosotros.


El confit de pato es una receta francesa de patas de pato cocinadas a baja temperatura en la propia grasa del pato durante varias horas. Una vez cocinado, puede conservarse en la propia grasa por mucho tiempo, osea que se una especie de conserva. Yo había comido confit en casa muchas veces, pero siempre de lata. Sin embargo, dada mi obsesión ha hacer cosas que normalmente se compran hechas (véase helado, baguette, pan de hamburguesas), sentí la necesidad de hacer este plato, que es de mis favoritos de la cocina francesa, y lo hice.





Confit de Pato
Salen 6, adaptado de Bon Appetit

Esta receta tiene 2 partes. En la primera parte, os explico como hacer el confit. Es muy fácil pero lleva su tiempo. En la segunda parte, os muestro un ejemplo de que hacer con el confit cuando este listo para comerlo. Me gusta esta receta porque la piel queda crujiente y esta buenísimo servido con salsas dulces, como la de vino que os pongo aquí (la receta me la dio mi madre). Sin embargo, las opciones son infinitas, podéis poner el confit en ensaladas, con pasta, con cuscus o cualquier cosa que se os ocurra. 

6 patas de pato (muslo y contra-muslo)
3 cucharadas de sal gorda
1/2 cucharada de tomillo seco
2 cucharaditas de pimienta blanca molida
1 hoja de laurel, machacada
6 dientes de ajo, pelados
800g (28oz) de grasa de pato
120 ml (1/2 taza) de agua

Mezclar la sal con el tomillo, la pimienta y el laurel en un bol. Secar las patas de pato con un papel de cocina y untar la mezclar de sal en todas las patas por los dos lados. Ponerlas en una bolsa de plástico con los ajos y refrigerar entre 8 y 12 horas. 

Precalentar el horno a 160°C ( 325°F).

Poner la grasa de pato y 1/2 taza de agua en un cazo a fuego medio. Llevar a ebullición y dejar cocer a fuego bajo hasta que la ebullición sea mas lenta y el agua se haya evaporado, unos 20 minutos.

Enjuagar las patas bajo el grifo para quitar la sal y las especias y secar bien. Colocar las patas en una fuente de horno en una sola capa. Verter la grasa sobre las patas de forma que queden casi totalmente cubiertas. Cubrir la fuente con papel de aluminio. Hacer en el horno durante 3 1/2 horas, hasta que la carne esté tierna y se separe del hueso. Dejar enfriar ligeramente y a continuación refrigerar durante al menos 4 horas. 

El confit puede mantenerse en el frigorífico hasta 1 mes, siempre cubierto completamente con la grasa de pato. La grasa puede reutilizarse para otras recetas, como las patatas al horno con grasa de pato.


Confit de pato con salsa de vino tinto y patatas al horno en grasa de pato
Para 2 personas con hambre o 4 con menos hambre

Para las patatas
3 patatas medianas, cortadas en rodajas finas
1 cebolla pequeña, cortada en rodajas finas
2 cucharadas de grasa de pato derretida
3 cucharadas de aceite de oliva
sal y pimienta

Para la salsa
250ml (1 taza) de vino tinto
50g (1/4 taza) de azúcar
2 cucharadas de miel
1 clavo de olor
2 cucharadas de vinagre de Módena
1 cacito de caldo de carne concentrado (como esto)

Para el pato 
4 patas de confit de pato
2 cucharadas de aceite

Hacer las patatas
Precalentar el horno a 210°C (425°F).
Poner el aceite y la grasa derretida en un bol grande. Añadir las patatas y la cebolla y mezclar todo bien. Añadir sal y pimienta. En una fuente de horno, poner capas de patata y cebolla. Hornear durante 45 minutos.

Hacer la salsa

En un cazo mediano calentar el vino con el azúcar, la miel, el vinagre y el clavo de olor. Añadir el concentrado de carne y llevar a ebullición. Dejar cocer a fuego lento, removiendo de vez en cuando, durante 45 minutos, hasta que la salsa espese ligeramente.

Freir el pato
Precalentar el horno a 200°C (400°F).
Sacar las patas de la grasa y limpiarlas de la grasa que tengan pegada. Calentar aceite en una sartén a fuego medio-alto. Añadir 2 patas, con el lado de la piel hacia abajo, y cocinar durante 1 minuto. Transferir los confits a una bandeja de horno, con la piel hacia abajo. Repetir con los otros confits. Meter la bandeja en el horno y hacer durante 15 minutos.

Servir los confits con la piel hacia arriba acompañados de la salsa y las patatas. Disfrutar y esperar que os choquen los cinco!