7.12.12

Jugando a los médicos



La semana pasada jugué a los médicos con un pavo (jajaja qué bien suena). Fue sin duda una de las mejores experiencias en la cocina que he tenido nunca. Le saqué los órganos, le puse inyecciones, lo cosí, lo rellene..Me sentí como el mismísimo Mcdreamy.

Mejor empiezo desde el principio de los acontecimientos. La semana pasada fue la semana siguiente a Acción de Gracias, y el lunes, recién llegados de Colorado, Scott y yo fuimos al supermercado. No tenían casi de nada porque, como nosotros, mucha gente había ido al super a hacer la compra después de las vacaciones. Sin embargo, todavía tenían pavos, y como ya había pasado Accion de Gracias, estaban de oferta. Comprar un pavo no fue idea mía, ya que habíamos comido mucho pavo tres días antes. Sin embargo, (casi) nunca le digo que no a Scott (una vez le dije que y me regalo un diamante, así que ahora siempre le digo que sí, por si acaso).

Durante tres días el pavo estuvo descongelándose en la nevera y mientras yo estuve pensando en la mejor forma de hacerlo. Entonces pensé que el mejor pavo que he comido en mi vida con diferencia es el que hacen en casa de mis abuelos en Navidad. Además, como este año no voy a casa y no voy a comer ese pavo en Navidad por primera vez en toda mi vida, decidí que tenia que hacerlo.

La tía Carmen, tía de mi madre, solía ser la encargada de hacer el pavo cada año. Después paso a ser mi abuela Ana con ayuda de mi tía Isabel. Ahora lo hace casi todo Isabel, aunque mi abuela la supervisa para que salga perfecto.

Isabel me dio la receta. Me la mandó con notas de voz por Whatsapp mientras hacia la compra. ¡Viva la tecnología! ¡Y las tías! (¡Gracias Isa!).



Me puse manos a la obra, y empecé por vaciar el pavo. A continuación le puse unas cuantas inyecciones de brandy por todo el cuerpo, lo cual moló bastante. Una vez inyectado cual yonki de Las Barranquillas, preparé el relleno, que consiste en una mezcla de carne picada, bacon, salchichas, setas, manzana y ciruelas pasas.



A continuación rellené el pavo, lo cual fue más complicado de lo que parecía. Una vez relleno, tenía que coser la piel para cerrar las aperturas en el cuello y el culo. ¡Aquí llego la CRISIS! No tenía una aguja lo suficientemente gorda como para enhebrar el hilo de cocina (a decir verdad, no tenía agujas de ningún tipo, ni ningún otro tipo de hilo). Le pregunté a Isabel si podía no coserlo -soy una cirujana malísima- pero me dijo que si no lo cosía se me saldría el relleno (como ocurriría con un paciente si no lo cierras después de una operación). Más CRISIS. ¡Ni siquiera tenia una grapadora!

Sin embargo, no iba a darme por vencida ahora que había llegado tan lejos, y además, coserlo iba a ser la parte mas guay de jugar a ser cirujano, así que usé mis dotes de ingeniera y encontré una solución. Até el hilo a un palillo y lo envolví con celo para que no se saliera. No es broma.


Fue una tarea difícil, pero la más guay de todas. Debí de usar por lo menos diez palillos ya que se salían o se rompían todo el rato. ¡Y al final lo conseguí coser! ¡Y me quedo bien! Una vez cosido, el resto fue fácil. Unté el pavo con sal y aceite y lo asé en el horno por un tiempo que pareció infinito.



 Me quedó perfecto, el relleno sabroso, la carne del pavo tierna y nada seca. Hicimos salsa de arándanos y coles de Bruselas también e acompañamiento. ¡El pavo sabía igualito que el de casa de la abuela! ¡Un orgullo!























Pavo de Navidad relleno de mi familia

Para el relleno
1 paquete de 500g (1 lb) de bacon, picado
1 paquete de setas deshidratadas, rehidratadas en brandy, O 1 cucharada de trufa rallada de bote
250g (1/2 lb) de carne picada de cerdo
250g (1/2 lb) de carne picada de ternera
250g (1/2 lb) de salchichas blancas, picadas (quitar la piel)
1 vasito de vino blanco o cognac
250g (1/2 lb) de ciruelas pasas
1 manzana reineta (aunque yo use otro tipo), pelada y cortada en dados de 1 cm

Para el pavo
1 pavo fresco o descongelado, limpio (el mio pesaba unos 4-5 kilos)
200 ml (1 vaso) de brandy o cognac
Aceite de oliva o manteca de cerdo
750ml (3 tazas) de caldo de pollo o pavo, casero o de brick

Hacer el relleno
Poner el bacon y las setas en una sartén a fuego medio. Cuando esté medio hecho añadir las salchichas y a continuación la carne picada. Salpimentar. Añadir un vasito de vino dulce o cognac. Cuando esté hecho (unos 10 minutos), apartar del fuego y añadir las ciruelas pasas y la manzana. Mezclar bien y dejar enfriar.

Hacer el pavo
Lavar bien el pavo con agua por dentro y por fuera y secarlo. Ponerle sal y aceite dentro de la cavidad, untando bien por todos los lados.

Con una jeringuilla, inyectar el brandy en la carne, tanto en la pechuga como en las patas, repartiendo bien por todo el pavo.

Rellenar la cavidad con el relleno, que quede bien apretado (a mi no me cupo todo, pero depende del tamaño del pavo).

Con hilo de cocina y una aguja gorda coser la piel para cerrar las dos entradas a la cavidad (cuello y culo).

Atarlo de forma que las patas queden recogidas y las alas pegadas al cuerpo del pavo, para que se ase uniformemente. Untar bien todo el pavo con sal y aceite (o manteca de cerdo).

Precalentar el horno a 180°C (375°F).

Poner el pavo en una fuente de horno. Cubrir la pechuga con papel de aluminio. Asar 30 minutos. Quitar el papel  y echar caldo por encima, untándolo con un pincel o una hoja de lechuga por todos los lados. Asar 2 horas más (o hasta un total de media hora por cada kilo de pavo), añadiendo un poco de caldo cada 20 minutos. El pavo estará hecho cuando al pinchar un cuchillo entre el muslo y el contramuslo, el jugo salga transparente. También se puede pinchar un termómetro en la parte mas gruesa del contramuslo: estará hecho cuando la temperatura sea de unos 70°C (165° F).

Sacar el jugo a una salsera. Dejar reposar el pavo unos 20-30 minutos antes de trincharlo, cubierto de papel de aluminio.

2.12.12

La comida rápida más sana



Ya lo sé ya lo sé ya lo sé, no he escrito mucho últimamente. La verdad es que estoy ocupadísima con el trabajo, la casa, los niños y el voluntariado los fines de semana. Vale, mentira todo, pero es verdad que no he tenido tiempo. He estado muy ocupada y tengo que planear una boda.

La semana pasada fue Acción de Gracias, lo que significa que engordé los 2 kilos que había tardado 2 meses en adelgazar. Ahora, todo lo que como es bajo en grasas, bajo en hidratos de carbono, bajo en calorías.. Estoy en cierto modo obsesionada con la comida sana y hasta me he hecho un tablero nuevo en Pinterest titulado healthy weeknight dinners. Sin embargo, estar en modo sano no significa renunciar al sabor y al placer de comer. Y ya se que suena como uno de esos anuncios de dietas milagrosas, pero la verdad es que es posible disfrutar de la comida que no es engordadora.


De todas formas, no os preocupéis porque no creo que deje por completo de hacer cupcakes, o helado, pero este año me he propuesto cocinar más sano de lo normal, y tener que ponerme un vestido de novia es una excusa buenísima para cumplir lo que me propongo.

Cuando estuve en Madrid hace 3 semanas, mi madre hizo salmón en papillote. Papillote es una palabra francesa que queda mucho más bonito que decir envuelto en papel vegetal. Esta técnica consiste en envolver la comida en papel vegetal y hacerla en el horno, de forma que se hace con el propio vapor que suelta, o que fomentamos añadiendo algún líquido, como vino, agua o caldo. Es facilísimo, super limpio y super sabroso, además de sanísimo.

El otro día, buscando por mis revistas de cocina en mi obsesión por platos sanos, encontré esta receta, y me acordé de lo que había hecho mi madre. Tardé 20 minutos en hacerlo, de los cuales 5 fueron haciendo fotos.



Empecé con un trozo de salmón, corte medio calabacín, unos tomates cherry, media chalota y un poco de albahaca.


 Lo puse todo sobre papel vegetal y lo regué con aceite, sal, pimienta y un poco de vino blanco.


No tenía ni idea de como cerrar el paquete, pero este vídeo me ayudó. Confieso que tuve que cambiarlo a un papel nuevo porque el primero no lo había cortado en forma de corazón.


Después de 12 minutos a 200° C, tachaaan!

Salmón en papillote
De Bon Appétit, Octubre 2012, para 1 persona.


1 filete de salmón
4 tomates cherry, cortados por la mitad
1/2 calabacín pequeño, cortado en rodajas finas
3 hojas de albahaca en juliana
1/2 chalota, cortada en rodajas finas
2 cucharadas de aceita de oliva
1cucharada de vino blanco

Precalentar el horno a 200°C (400° F)

Cortar un cuadrado de papel vegetal como explica este vídeo y  ponerlo sobre la superficie de trabajo. Colocar en capas sobre el papel el calabacín, la chalota, los tomates, y la albahaca. Salpimentar y aliñar con 1 cucharada de aceite y el vino. Poner el salmón encima, salpimentarlo y añadir la otra cucharada de aceite.

Doblar el papel y cerrar el paquete doblando los bordes para sellarlo. Meter al horno durante 10-15 minutos. Abrir el paquete con cuidado y disfrutar de la más sana de las comidas rápidas.